viernes, 4 de enero de 2008

Primera parte de sociología

APUNTES DE SOCIOLOGÍA
EL SURGIMIENTO DE LA SOCIOLOGÍA



Conocimiento.
El conocimiento es la relación entre el sujeto y las propiedades reales de los objetos que le rodean, de esta forma coexisten cuatro tipos de conocimientos:

· Religioso: este se basa en la creencia de un ser superior que todo lo puede resolver, funciona a partir de los sacrificios y además no necesita ser comprobada su existencia.

· Empírico: este tipo de conocimiento parte de la experiencia subjetiva de las personas, es generalizante y funciona a partir de la primera impresión de las personas con respecto a cualquier tipo de fenómenos, y es base del conocimiento científico.

· Científico: este tipo de conocimiento parte de la experimentación, formulación de leyes, teorías y es falseable a partir de criterios empíricos.

· Artístico: esta forma de conocimiento parte de la experiencia subjetiva de los sujetos, teniendo dos resultados: el agrado o el desagrado de los sujetos con respecto a la experiencia artística. “En este sentido el arte no tiene que reproducir a la naturaleza, sino a la parte estética de la naturaleza (Cassirer, 2004; Pág. 209)”.

Ciencia.
Partimos de que la ciencia es la clasificación sistemática del conocimiento, en este sentido la epistemología estudia todo lo relacionado al conocimiento, mientras que la gnoseología es la rama de la filosofía que estudia al conocimiento científico.

¿Cómo podemos saber si todo el conocimiento es científico? Porque el conocimiento científico es objetivo porque se le somete a pruebas de verificabilidad, y si no las resiste, entonces otro conocimiento superior ocupará su lugar (principio de falsación de Karl Popper).

Los objetos que nos rodean los llamaremos materia, y esta será el objetivo de estudio de la ciencia, así como su relación con el hombre. La objetividad hace referencia a que todos los sujetos experimentamos con un fenómeno y obtenemos los mismos resultados. La racionalidad hace referencia a que todos los fenómenos de la naturaleza conviven en una relación causal.

Elementos del conocimiento científico.
Sin caer en la intención de que la investigación científica sea concebida como una receta de cocina. Existe una metodología que normalmente aplica al conjunto de las ciencias, y esta parte de los siguientes supuestos:

Primero hay que desmitificar al fenómeno a estudiar, esto es separar lo material de su esencia.

Delimitación del problema y elaboración del marco teórico-conceptual: En este sentido se elaboran categorías y conceptos a usar para resaltar los aspectos relevantes y significativos de la realidad, para que después los interpretemos.

Observación de la realidad. Aquí el investigador escoge la metodología más adecuada para investigar la realidad.

Recopilación de los datos obtenidos. A partir de observaciones, encuestas o de cualquier otra técnica de investigación previamente afinada.

Interpretación de la realidad. El sujeto aplica el método que mejor se aproxime a la realidad estudiada, así como las herramientas que le brinda la estadística para analizar cada una de las observaciones llevadas a cabo.

Hipótesis. Estas son argumentaciones que nos invitan a investigar una problemática cualquiera.

Verificación. Comprobación de los datos obtenidos contra la realidad que se observó.

Presentación de resultados finales. El trabajo final se presenta, destacando los rasgos más importantes.

Ciencias naturales y ciencias sociales.
Para Rickert la clasificación más adecuada de las ciencias es la siguiente: las ciencias naturales estudiarán al hombre en su relación con la naturaleza y las sociales lo harán como parte de un medio social.

Ciencias sociales y sociología.
La sociología se define como la rama de las ciencias sociales que estudia al hombre, su entorno social así como a sus relaciones entre otros hombres y/o instituciones. “Hay que definir a la sociología no como una práctica, sino como un intento por comprender la realidad (Berger, 1992; p. 16)”.

Definiciones de la sociología.
A continuación se presentan algunos conceptos de la sociología: En 1839 Comte crea el primer concepto de sociología a partir de “socius” y “logos”. Para Spencer es la ciencia de la evolución social. Para Comte es la ciencia del movimiento. Para Weber es la ciencia de la acción social.

Otras definiciones de la sociología las tenemos entre los siguientes personajes: para Ginsberg es el estudio de las interacciones humanas. Para Ward es la ciencia de la sociedad. Para Simmel, la sociología debe de preguntarse a cerca de los diferentes fenómenos que se presentan en la sociedad. Para Melver, la sociología es el estudio de la estructura social. Para Tönnies, la sociología debe de estudiar la convivencia humana.

Teoría: esta desarrolla modelos explicativos de la realidad social.

Concepto y ramas de la sociología.
La sociología como cualquier otra área del conocimiento, ante los procesos de modernización de la sociedad y del hombre, se ha diversificado en las siguientes ramas:

· Sociología del conocimiento: estudia los mecanismos de elaboración del conocimiento, así como de su difusión en la sociedad.
· Sociología del cambio social: estudia los procesos evolutivos de la sociedad.
· Sociología urbana: estudia las diferentes formas de socialización que se dan en los espacios urbanos.
· Sociopatología: estudia las causas de las conductas sociales desviadas.
· Sociología rural: estudia las relaciones sociales que se presentan en el agro.
· Demografía: estudia el comportamiento de las poblaciones.
· Sociología industrial: estudia los procesos sociales industriales.
· Sociología de las clases sociales: estudia el comportamiento de los sujetos en clases sociales.
· Sociología de las instituciones: estudia todo lo relacionado al hombre en su relación con cualquier tipo de institución.

Métodos y técnicas de investigación.
· Metodología deductiva, inductiva o dialéctica.
· Técnicas de investigación social directa.
· Técnicas de análisis de contenidos.
· Análisis estadístico.
· Análisis bibliográficos y hemerográficos.

Objeto de la sociología.
La función de la sociología es dar cuenta de los diversos fenómenos y problemáticas de la sociedad contemporánea para concientizar al Estado y a la sociedad, para en un segundo momento proponer soluciones.

Para cumplir su objetivo, la sociología lo puede hacer de cuatro formas: a) a través de generalizaciones y leyes sociales, b) mediante clasificaciones, c) por medio de conceptualizaciones, y d) a través de teoría explicativas.

Las generalizaciones son las siguientes:
Correlaciones empíricas entre hechos sociales.

Generalizaciones que permiten el surgimiento de instituciones u otras formaciones sociales.

Generalizaciones que afirman la reaparición rítmica de fases de diverso tipo.

Las leyes del desarrollo social.

Las leyes que permiten establecer implicaciones concretas y particulares del medio ambiente social y económico.

Las clasificaciones pueden ser:
· Esquemas de clasificación social como las teorías de Comte, Spencer o Marx.
· Esquemas de clasificación de Tönnies, Weber o Durkheim.
· Esquemas de clasificación microsocial.
· Conceptualizaciones.
· Teorías explicativas.

Antecedentes
Hay una tendencia académica a pensar que el surgimiento de la sociología va de la mano con la modernidad; además se sostiene que la cuna de la sociología es Francia, lo cual no es del todo cierto, existen indicios de que hubieron algunos intelectuales en otras culturas que elaboraron interesantes trabajos de sociología, tal es el caso de Abdel Ibn-Khaldun, “el cual nació en Túnez el 27 de mayo de 1332, este hombre realizó estudios coránicos, matemáticas e historia, impartió clases en la mezquita universitaria de Al-Ahar en el Cairo. En sus clases muy concurridas acentuaba la importancia de la vinculación del pensamiento sociológico y la observación histórica. Ibn-Khaldun estaba comprometido con el estudio científico de la sociedad, y lo realizó a través de estudios sociales donde los mezcló con la investigación empírica. Particularmente se interesó en realizar estudios de las sociedades primitivas con las contemporáneas; evidentemente su obra no significó mucho para el desarrollo de la sociología contemporánea, pero es interesante que se le rescate y se le de su lugar histórico en el desarrollo de esta ciencia [Ritzer, 2022; Pág. 9]”.

Surgimiento de la sociología.


La sociología surge en Francia como una consecuencia de todos los eventos que se sucedieron en Europa como lo son: las revoluciones, industrial en Gran Bretaña y la francesa, las cuales dieron paso a la modernidad y al surgimiento del capitalismo. Otros movimientos importantes, fueron la aparición del socialismo utópico con Fourier y Owen, y del socialismo científico de Marx y Engels (ver cuadro No. 01 en la zona de anexos).

Positivismo

Auguste Comte (1798-1857)
El fundador de la sociología contemporánea y del positivismo es el físico-matemático francés Auguste Comte (1798-1857).

Comte tiene la preocupación de estudiar todos los fenómenos de la sociedad bajo los criterios de la ciencia física mecánica de Newton, de hecho cuando logra establecer un modelo mecánico de la sociedad funda a sociología, pero con el nombre de física social.

Si profundizamos esta información tenemos lo siguiente: “la física social es el estudio positivo del conjunto de las leyes fundamentales propias de los fenómenos sociales. La finalidad de la física social es advertir con nitidez el sistema de operaciones sucesivas, filosóficas y prácticas, que han de liberar a la sociedad de su fatal tendencia a la disolución inminente y conducirá de modo directo a una nueva forma de organización más progresiva y sólida que la ha asentado sobre la filosofía teológica. La nueva ciencia tendrá dos partes, lógicamente unidas: la parte de la estática y la parte de la dinámica”. La parte estática corresponde al orden y la dinámica a la fase colectiva, el cual forma parte de la renovación de la sociedad [Comte, 1986; Pág. 54]”.

Para darle cuerpo al positivismo, Auguste Comte hace un recuento de la historia de la humanidad dividida en tres etapas a las que denominó “Ley de los tres estadios”.

Estadio teológico: de las etimologías grecolatinas “Teos” y “logos” (explicación divina o mágica), En la etapa prehistórica de la humanidad, el hombre carece de explicaciones razonables acerca del funcionamiento de la naturaleza, prevalecía el temor y ante la incertidumbre, el hombre tuvo que inventar una infinidad de dioses (un dios para cada fenómeno de la naturaleza).

Estadio metafísico: de las etimologías grecolatinas “meta” y “física” (más allá de la física) aquí se observa la adolescencia de la humanidad. En este estadio, el hombre va descubriendo que el funcionamiento de la naturaleza obedece a leyes causales; y que el hombre cuando las descubre, va transformando a la naturaleza.

Estadio positivo: en esta etapa de la teoría comtiana, hace referencia a que el hombre va a utilizar el avance del conocimiento científico y la técnica para obtener un beneficio a futuro.

Como se observó en la ley de los tres estadios, el positivismo de Comte es prometedor con nuestro futuro.

La crítica que le hago a Comte es que el beneficio del avance técnico y científico no es para todos, sino para los que tienen los recursos financieros suficientes, y a más de ciento cincuenta años de la redacción de este libro, Comte no pensó que algún día el avance científico nos iba a llevar a una era de irracionalidad (postmodernidad), al grado de que estamos poniendo en jaque la sustentabilidad de toda forma de vida en el planeta; sin embargo, en su tiempo fue una verdadera teoría revolucionaria, a tal grado que fue considerada como la filosofía más importante de la segunda mitad del siglo XIX; esta filosofía se implementó con relativo éxito en México durante el Porfiriato bajo la premisa de “orden y progreso”.

Herbert Spencer (1820-1903)
Este hombre es continuador de la obra de Auguste Comte, pero con la diferencia de que Spencer construye su metodología social en la biología evolucionista de Darwin.

Herbert Spencer elabora un modelo orgánico de la sociedad, el cual se basa en la analogía entre la sociedad y un organismo humano. A diferencia de Comte, la sociología spenceriana le concede un rango de falla a la sociedad (patología social), mientras que el modelo de Comte observa a la sociedad como una maquinaria de un reloj suizo, es decir sin la posibilidad de error, y si se desajusta la sociedad, entonces entra el sociólogo a solucionar esa problemática, de ahí que Comte considere al sociólogo como a un médico social.

Spencer también maneja el concepto de “Ley de los tres estados”:

Estado inorgánico: usa este concepto para referirse al estudio de la materia, que aplicado a la sociedad, hace hincapié en el estado prehistórico de la sociedad.

Estado orgánico: En esta etapa hace referencia a la complejidad de la sociedad humana, particularmente en la etapa de las antiguas civilizaciones como Roma o Egipto.

Estado supraorgánico: hace referencia a la modernidad al momento histórico (modernidad) que le tocó vivir.

La crítica que se le puede hacer a la teoría spenceriana radica en reducir la sociedad a un cuerpo humano; una segunda crítica se la podemos a su actitud de cerrazón intelectual (este hombre no leía a otros personajes), porque “el desprecio que sentía Spencer por las pautas aceptadas de la erudición le condujo a producir una serie de ideas extravagantes y afirmaciones erróneas sobre la evolución del mundo [Ritzer; 2002, Pág. 51]”.

Emile Durkheim (1858-1917)
Es uno de los continuadores de la teoría positivista, pero es con mucho el personaje que se deslinda de las ciencias naturales para darle una metodología propia a la sociología, entre sus obras más importantes tenemos “las reglas del método sociológico”, “el suicidio”, “la división social del trabajo” y “las formas elementales de la vida religiosa”.

El principal concepto que maneja Durkheim es el “hecho social”, el cual se define como “cualquier actividad individual que haga el sujeto, que no sea convencional y que afecte a la sociedad o mejor dicho que altere el orden social [Durkheim, 2002; Pág. 37]”.

La primer regla del método durkhemiano es “considerar a los hechos sociales como cosas (Durkheim, 2002; Pág. 49)”, es decir que toda investigación sociológica tiene que ser neutral (principio de objetividad), el sociólogo debe de eliminar sus prejuicios “prenociones vulgares” – aunque Berger diga que no es del todo posible -, para no contaminar nuestro trabajo con subjetividades.

Una de las preocupaciones de Durkheim era la anomia –conductas sociales desviadas-, y que la única forma de eliminar la anomia era a través del desarrollo de la educación, de ahí que sea un importante personaje no solo para a sociología, sino también para la psicología social y la pedagogía. La función de la escuela es desarrollar la moral laica con el fin de salvar a la sociedad.

A diferencia de Comte y Spencer, para Durkheim la sociología tiene como función no solo descubrir las causas de los hechos sociales, sino analizar la función que tienen los mismos para la sociedad.
Marxismo

Su principal exponente sin duda alguna es Karl Marx (1818-83), uno de los intelectuales más prolíficos de la historia, su obra es clásica en todas las áreas de las ciencias sociales y en particular de la sociología, aunque cabe señalar que su vasta obra tiene una profunda conciencia social sin tener en mente que Marx no tenía la intención conciente de elaborar una sociología original. Entre sus obras se destacan los tres tomos de “el capital”, “crítica a la economía política”, “el manifiesto comunista”, “la cuestión judía” y “el XVIII Brumario de Luis Bonaparte”.

El concepto sociológico más importante de Marx es la “lucha de clases”, el cual desde la óptica de los modos de producción nos lleva a la conclusión de que todas las sociedades

También es importante rescatar la obra de Friederich Engels como “del socialismo utópico” al “socialismo científico”, “el papel del trabajo en la transformación del mono al hombre”.

Esta conjunción intelectual representa por mucho un vistazo a los principales problemas de la sociedad.

La obra de Marx y Engels es prolífica en el sentido de que van a influenciar a muchas personas como: Lenin, Stalin, Mao, Rosa Luxemburgo, etc., los cuales van incorporando elementos novedosos a la teoría marxista (ver cuadro No. 03).

Con el fin de no repetir temas, cuando analicemos la unidad dos (clases sociales), revisaremos los postulados marxistas. De esta manera mi intención es rescatar las principales aportaciones marxistas a la sociología de Antonio Gramsci y Louis Althusser.

Antonio Gramsci (1891-1935)
Importante sociólogo marxista, fue uno de los ideólogos del movimiento obrero italiano de la primera parte del siglo XX, y su máxima obra es “cuadernos de la cárcel”, el cual fue elaborado a partir de su reclusión en la prisión fascista de la Italia de Mussolini.

El principal concepto elaborado por Gramsci es el de “hegemonía y bloque hegemónico, porque Gramsci puso un fuerte énfasis en puso en el estudio de los aspectos culturales de la sociedad (la llamada superestructura en el marxismo clásico) como elemento desde el cual se podía realizar una acción política y como una de las formas de crear y reproducir la hegemonía.

Conocido en algunos espacios como el "marxista de las superestructuras", Gramsci atribuyó un papel central al agenciamiento infraestructura (base real de la sociedad, que incluye: fuerzas de producción y relaciones sociales de producción)/superestructura ("ideología", constituida por las instituciones, sistemas de ideas, doctrinas y creencias de una sociedad), a partir del concepto de "bloque hegemónico".

Según ese concepto, el poder de las clases dominantes sobre el proletariado y todas las clases sometidas en el modo de producción capitalista, no está dado simplemente por el control de los aparatos represivos del Estado, pues si así lo fuera dicho poder sería relativamente fácil de derrocar (bastaría oponerle una fuerza armada equivalente o superior que trabajara para el proletariado); dicho poder está dado fundamentalmente por la "hegemonía" cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación. A través de estos medios, las clases dominantes "educan" a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la supremacía de las primeras como algo natural y conveniente, inhibiendo así su potencialidad revolucionaria. Así, por ejemplo, en nombre de la "nación" o de la "patria", las clases dominantes generan en el pueblo el sentimiento de identidad con aquellas, de unión sagrada con los explotadores, en contra de un enemigo exterior y en favor de un supuesto "destino nacional". Se conforma así un "bloque hegemónico" que amalgama a todas las clases sociales en torno a un proyecto burgués.

La hegemonía es el concepto que permite comprender el desarrollo de la historia italiana y del Resurgimiento particularmente, que habría podido asumir un carácter revolucionario si hubiese adquirido el apoyo de vastas masas populares, en particular de los campesinos, que constituían la mayoría de la población. El límite de la revolución burguesa en Italia consistió en no ser guiada por un partido jacobino, como en Francia, donde el campesinado, apoyando la revolución, fue decisivo para la derrota de las fuerzas de la reacción aristocrática.

El partido político más avanzado fue el Partido de Acción, el partido de Manzini y Garibaldi, que no tuvo sin embargo la capacidad de plantear el problema de la alianza de las fuerzas burguesas progresistas con el campesinado: Garibaldi en Sicilia distribuyó las tierras a los campesinos, pero “los movimientos de insurrección de los campesinos contra los barones fueron despiadadamente aplastados y fue creada la guardia nacional anticampesina.

Si el Partido de Acción fue un elemento progresista en las luchas del Resurgimiento, no representó la fuerza dirigente, porque fue guiado por los moderados, tanto que los cavourianos supieron meterse a la cabeza de la revolución burguesa, absorbiendo tanto a los radicales como a sus adversarios. Esto sucede porque los moderados cavourianos tuvieron una relación orgánica con sus intelectuales, como con sus políticos, terratenientes y dirigentes industriales. Las masas populares fueron pasivas en la realización del compromiso entre los capitalistas del norte y los latifundistas del sur.

La supremacía de un grupo social se manifiesta en dos modos, como dominio y como dirección intelectual y moral. Un grupo social es dominante de los grupos adversarios que tiende a liquidar o a someter hasta con la fuerza armada y es dirigente de grupos afines y aleados. Un grupo social puede y debe ser dirigente desde antes de conquistar el poder gubernamental (ésta es una de las condiciones principales para la misma conquista del poder); después, cuando ejercita el poder… se vuelve dominante pero debe continuar siendo dirigente.

La función de Piamonte en el proceso del Resurgimiento fue aquella de clase dirigente, aunque existían en Italia núcleos de clase dirigente favorables a la unificación, “estos núcleos no querían dirigir nada, o sea no querían acordar sus intereses y aspiraciones con los intereses y aspiraciones de otros grupos. Querían dominar, no dirigir y todavía: querían que sus intereses dominaran, no sus propias personas, es decir, querían que una fuerza nueva, independiente de todo compromiso y condición, se volviese árbitra de la Nación: esta fuerza fue Piamonte”, que tuvo una función comparable a la de un partido.

“Este hecho es de la máxima importancia para el concepto de revolución pasiva, pues no fue un grupo social el dirigente de otros grupos, sino un estado, sea pues limitado como potencia, sea el dirigente del grupo que debería ser dirigente y pueda poner a disposición de éste un ejército y una fuerza político-diplomática… Es uno de los casos en los cuales se tiene la función de dominio y no de dirigencia de estos grupos, dictadura sin hegemonía” [Wikipedia, 2007]”.

Louis Althusser (1918-90)
La línea de trabajo más conocida de Althusser tiene que ver con sus estudios de la ideología, y es Ideología y aparatos ideológicos de Estado su obra más conocida en este campo. Este ensayo establece el concepto de ideología, y lo relaciona con el concepto gramsciano de hegemonía. Si bien la hegemonía en Gramsci está en última instancia determinada por fuerzas políticas, el concepto althusseriano de ideología se apoya en los trabajos de Sigmund Freud y Jacques Lacan sobre lo imaginario y la fase del espejo, y describe las estructuras y los sistemas que nos permiten tener un concepto significativo del yo (moi en Lacan). Estas estructuras, según Althusser, son agentes represivos inevitables (y necesarios). Es bajo la influencia de Lacan que define la ideología como la representación de una relación imaginaria con las condiciones reales de existencia.

Para Althusser la historia es un proceso sin sujeto ni fines cuyo motor es la lucha de clases. La historia no está predeterminada. Asimismo consideraba que la economía pasó a ser el factor predominante en la política tras la Revolución Industrial, mientras que en otros momentos históricos fueron otros elementos (como la religión en la Edad Media).

Sociología comprensiva

Max Weber (1864-1920)
Se le denomina así a esta teoría gracias a las aportaciones de Max Weber a la ciencia social en general y a la sociología en particular, su teoría es considerada como subjetivista, porque para él, la esencia de la sociedad no son los aspectos económicos a los cuales se refería Karl Marx en su obra social, sino la “acción social”.

¿Qué es la sociología, la acción y la acción social en Max Weber? “La sociología es una ciencia que pretende entender, la acción social para de esa manera explicarla causalmente en su desarrollo y efectos. La “acción” se define como la conducta humana. Y la acción social, por lo tanto, es una acción en donde el sentido mentado por el sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros [Weber, 1996; Pág. 5]”.

La metodología de la sociología para Max Weber se debe de basar en la elaboración de tipologías ¿Qué es una tipología? En términos weberianos, el sociólogo tiene que elaborar el concepto de “tipo ideal”, y este se define como la conducta promedio de cualquier fenómeno social – la conducta promedio es definida como la observación más frecuente de cualquier tipo de conducta social.

Por ejemplo: si estudiamos el rendimiento académico de un grupo de estudiantes de matemáticas de una secundaria o de una preparatoria, analizamos las calificaciones obtenidas en un examen parcial en sus expedientes, posiblemente encontraremos que el resultado más frecuente serán el de aquellos estudiantes que tengan una calificación igual o inferior a 6; entonces, el tipo ideal de estudiantes de matemáticas de secundaria o preparatoria es aquel que tenga una calificación igual o inferior a 6.

A partir de esa metodología Max Weber elabora cuatro tipos de acción social los cuales son:

“Acción social con arreglo a fines. Esta se encuentra determinada por las expectativas en el comportamiento tanto de los objetos de mundo exterior como el de otros hombres, y usando estas expectativas como “condiciones” o “medios” para el logro de fines propios racionalmente sopesados y perseguidos.

Acción social con arreglo a valores. Esta forma de acción social se encuentra determinada por la creencia conciente del valor propio y absoluto de una determinada conducta, sin relación alguna con el resultado.

Acción social afectiva. Este tipo de acción social se basa en la emotividad de los sujetos y de los estados sentimentales actuales.

Acción social tradicional. Esta se encuentra determinada por la fuerza de la costumbre. [Weber, 1996; Pág. 20]”.

Para la mejor comprensión de esta tipología de la acción social se elaboraron los siguientes ejemplos de cada tipo de acción social: Acción social con arreglo a fines: es cuando el sujeto a lo largo de su vida busca el dinero, la fama y el poder, y para lograrlo no importan los medios, por lo que el sujeto puede entrar en la política, el medio artístico o en el narcotráfico para lograrlo; acción social con arreglo a valores: el sujeto puede pertenecer a una comunidad cristiana-protestante, en ese ámbito el sujeto está obligado a mejorar su situación económica, y por lo mismo, el busca el trabajo como la única opción para alcanzar la salvación de su alma; acción social afectiva: podemos tener la figura de un adolescente enamorado en la que fija su atención en el objeto de su deseo (una chica), y se podrá observar cuando la colma de regalos; y la acción social tradicional: lo podremos observar en nuestra sociedad en el mes de septiembre cuando a toda la gente le sale el espíritu nacionalista y coloca los principales símbolos patrios en sus casas, coches, etc.

La “relación social” se define como un intento de conducta social sin respuesta por parte del sujeto que busca llamar la atención de la otra persona.

Dentro de la sociología comprensiva de Max Weber se trabaja con el concepto de dominación, la cual define como “la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo de mandatos específicos.

Los elementos de la dominación son los siguientes: 1) legitimidad: esta debe de considerarse sólo como una probabilidad de ser tratada como tal y debe de ser mantenida en una proporción importante, y 2) obediencia: esta significa que la acción del que obedece transcurre como si el contenido del mandato se hubiera convertido en la máxima de su conducta [Weber, 1996; P. p. 171-172]”.

Dentro de la tipología de la dominación Max Weber distingue 3 tipos de dominación a saber:

“Dominación burocrática-legal. Esta forma de dominación parte de una estructura administrativa que tiene los siguientes elementos: 1) existe un pacto racional entre los actores o la institución a la que se pertenece o desea pertenecer, e inclusive al Estado, 2) al interior de la institución existen reglas que deben de ser respetadas por todos, 3) dentro de la legalidad del grupo se selecciona por nombramiento o elección a una persona que los represente por un tiempo determinado o indeterminado, 4) el dominio lo hace una persona asociada al grupo, 5) al interior del grupo existen jerarquías que deben de ser respetadas.

El tipo más puro de dominación legal es aquel que se ejerce por medio de un cuadro administrativo burocrático, el cual tiene las siguientes características: a) son personalmente libres, b) hay una jerarquía administrativa rigurosa, c) hay competencias rigurosamente fijadas, d) existe un contrato sobre la base de la libre elección, e) hay exigencias de certificación de calidad profesional del aspirante al puesto, f) son retribuidos con sueldos fijos, g) ejercen el cargo como una única carrera o profesión, h) tienen los sujetos ante si la posibilidad de lograr una carrera o asensos dentro de la burocracia, i) trabajan sin apropiarse del cargo y j) están sometidos a una rigurosa disciplina y vigilancia administrativa.

Dominación tradicional. Para este tipo de dominación descansa en la santidad de ordenaciones y poderes de mando heredadas de tiempos lejanos.

Dominación carismática. Esta se basa en el liderazgo de una persona sobre el resto de las personas basándose en su personalidad, siendo considerados como un enviado de Dios, como jefe, caudillo, guía o líder. [Weber, 1996; P. p. 173-193]”.

Por otra parte, Max Weber también trabajo con la relación entre capitalismo y religión, la cual se expresa en su libro “Ética protestante y el espíritu del capitalismo”, donde elabora una investigación y trata de explicarse porque la parte norte de Alemania era más rica y próspera que la parte sur del país, y llega a la conclusión de que las diferencias económicas parten de la ética de la religión católica versus la ética calvinista, en donde las comunidades católicas son pobres porque tienen una pobre visión del trabajo (el trabajo es un castigo divino), mientras que los calvinistas ven al trabajo como una fuente de riqueza y de salvación de su alma.

Estructural-funcionalismo, sociología norteamericana o escuela de Chicago

El antecedente de esta escuela sociológica parte de las teorías “funcionalista” y “estructuralista” europea del siglo XIX, y Talcott Parsons las fusiona para explicar el fenómeno del crack del 1929, y Parsons llega a la concusión, de que la crisis del 29 tuvo su origen en la falla de la estructura económica de los Estados Unidos en ese año.

Talcott Parsons (1902-79)
Su principal exponente es Talcott Parsons quien realizó estudios superiores en Inglaterra y Alemania en donde recibe la influencia de Max Weber, y esta se observa en su texto “la estructura de la acción social” de 1937 y otros trabajos de él son: “Ensayos sobre teoría sociológica pura y aplicada” de 1949, “el sistema social” 1951 y “hacia una teoría general de la acción” de 1951.

El estructural-funcionalismo de Talcott Parsons.
Comenzaremos a analizar su teoría a partir de los cuatro imperativos funcionales de todo el sistema de la “acción”, y esto se observa a partir de su esquema AGIL (ver cuadro No. 04).

AGIL. Una función es un complejo de actividades dirigidas hacia la satisfacción de una o varias de las necesidades del sistema. “Parsons creía que habían cuatro imperativos funcionales en todo el sistema (A) adaptación, (G) capacidad para alcanzar las metas previstas, (I) integración y (L) latencia. [Ritzer, 2002; Pág. 118]”.

1. Adaptación (A): todo sistema debe de satisfacer las exigencias situacionales externas.
2. Capacidad para alcanzar metas (G): todo sistema debe de definir y alcanzar sus metas primordiales.
3. Integración (I): todo sistema debe de regular la interacción entre sus partes constituyentes, así como también debe de integrarse en la relación con los otros elementos del esquema AGL.
4. Latencia (mantenimiento de patrones) (L): todo sistema debe proporcionar, mantener y renovar la motivación de los individuos y así las pautas culturales que crean y mantienen la motivación.

Del mismo modo este esquema de la acción cumple con los siguientes cometidos: adaptación (como un organismo biológico), capacidad para alcanzar metas (sistema de la personalidad); integración (sistema social); y, las normas y valores se encuentran el (sistema cultural) (ver cuadro No. 05).

Robert King Merton (1910-2003)
La principal aportación de Merton a la sociología consiste en su preocupación por relacionar la teoría social con la investigación; así como también sistematizar los procedimientos del análisis sociológico. La diferencia entre Parsons y Merton radica en que mientras Parsons estaba preocupado en crear una macro teoría social, Merton era más partidario de las teorías de alcance medio.

La principal influencia de Robert Merton es el concepto de anomia de Emile Durkheim, aunque no trata de cambiar la sociedad como lo proponía Durkheim, Merton más bien usa este concepto para explicarnos que en la sociedad existen conductas indeseadas, pero que al mismo tiempo son valiosas porque hacen que funcione la sociedad, y este tipo de funciones son las siguientes:

Funciones manifiestas: las funciones manifiestas son aquellas que presentan consecuencias objetivas para la sociedad (o cualquiera de sus partes), reconocibles y deseadas por las personas o grupos implicados.

Son aquellas funciones o efectos que se producen en la sociedad y que son en primer lugar positivas, en segundo lugar dichos fines son explicitados por los redactores de las normas, y en tercer lugar reconocidos dichos fines por los redactores de las normas (se reconoce que la norma es útil para dicho fin).

Funciones latentes: las funciones latentes son aquellas que contribuyen a la adaptación social o a otros objetivos pero, simultáneamente, no son deseadas o reconocidas por la sociedad o el grupo.

Como ejemplo de función latente es el proceso de socialización llevado a cabo en el colegio. Aparte de los conceptos básicos que enseñan (función manifiesta) aprendes a comportarte.

Teoría del conflicto
Esta teoría puede ser considerada como una reacción al equilibrio social que muestra la teoría estructural-funcionalista de Parsons. Sin embargo hay que señalar que esta teoría tiene como orígenes el marxismo y la teoría de Simmel.

“El principal exponente de esta teoría es Ralf Dahrendorf que al igual que los funcionalistas orientan su estudio hacia las estructuras y las instituciones sociales. Para los funcionalistas la sociedad es estática o, se encuentra en equilibrio móvil. Para Dahrendorf y los teóricos del conflicto, la sociedad está sujeta a procesos de cambio en todo momento, los teóricos del conflicto ven la presencia del conflicto en cualquier parte del sistema social. [Ritzer, 2002; P. p. 150-151]”.

Dahrendorf sostiene que la sociedad tiene dos caras, el conflicto y el consenso, por lo mismo, debería de existir una sociología que estudie el conflicto y otro el consenso. La tarea de los teóricos del consenso sería la de examinar la integración de los valores en la sociedad, mientras que la del conflicto es la de estudiar los conflictos de intereses y la coerción que mantienen la unión de la sociedad frente a estas tensiones. Por lo tanto Dahrendorf sostenía que la sociedad no puede existir sin conflicto y consenso.

La teoría del conflicto tiene los siguientes elementos: autoridad, para estos teóricos, la autoridad no reside en los sujetos sino en la posición que ocupan en la estructura social. En este sentido a Dahrendorf no le preocupaba estas posiciones, sino el conflicto entre ellas; grupo, conflicto y cambio, Dahrendorf distinguió tres tipos de intereses de grupo. El primero de ellos lo denominó cuasi-grupo (agregados de titulares de posiciones que tienen el mismo interés de rol, para el segundo tipo de grupo: el grupo de interés. Dahrendorf describe ambos grupos: “una manera común de comportarse sólo caracteriza a los grupos organizados de interés, reclutados de los cuasi-grupos. Grupos de interés son grupos en el sentido más riguroso del concepto sociológico; y son los verdaderos agentes del conflicto de grupo. Tienen una estructura, una forma dada de organización, un programa u objetivo y un “personal” integrado por sus componentes. [Ritzer, 2002; Pág. 154]”.

El conflicto también tiene otras dos funciones: una integradora porque puede provocar la adhesión de varios grupos como el caso de un conflicto postelectoral, y también cumple con la función de comunicación, porque el o los grupos en conflicto necesitan detallar estrategia de acción.

Teoría del intercambio
Otra de las herencias de los alumnos de Parsons y Merton es la teoría del intercambio, la cual sostiene que todos los sujetos en la sociedad pactamos libremente al interior de la misma.

El origen de esta teoría se encuentra tanto en la psicología conductista como en la psicología social de los grupos.

En cuanto a la sociología conductista Baldwin, Bushell y Burgess sostienen que la conducta se modifica a partir de sus consecuencias, en este sentido nuestro actuar en la sociedad depende de dos factores, premios o castigos.

En cuanto a la psicología social de los grupos tenemos que Thibaut y Kelley se interesen fundamentalmente por la interacción y sus consecuencias entre los miembros de la díada (es decir premio y castigo).

El teórico mas importante es George Homans, el cual conceptualiza a esta teoría como “la conducta social en un intercambio de actividad, tangible o intangible, y más o menos gratificante o costosa, entre, al menos, dos personas. [Ritzer, 2002; Pág. 341]”. En este sentido Homans admite que su teoría del intercambio se deriva de la psicología conductista, así como de la economía elemental.

Los elementos de esta teoría son:

· Proposición del éxito. Cuanto más recompensada sea una acción para una persona, es más probable que ésta la vuelva a repetir.

· Proposición de estímulo. “Si el concurso de un determinado estímulo o de una serie de estímulos ha sido ocasión en el pasado de que la acción de una persona se haya visto recompensada, entonces cuanto más semejantes sean los actuales estímulos a los pasados, tanto más probable es que tal persona realice ahora esa acción u otra semejante. [Ritter, 2002; Pág. 343].

· Proposición de valor. Cuanto más valioso sea el resultado de una acción para una persona, tanto más probable es que esta realice esa acción. En este sentido las recompensas son acciones con valores positivos, mientras que los castigos son acciones con valores negativos.

· Proposición de la privación-saciedad. Cuanto más haya recibido una persona una recompensa determinada en un pasado inmediato, tanto menos valiosa le resultará toda unidad posterior de esa misma recompensa. En este sentido el tiempo es un elemento crucial.

· Proposiciones de agresión-aprobación. “Proposición A: Si una persona no recibe por su actividad la recompensa que espera o recibe un castigo que no esperaba, sentirá indignación, y al sentirse indignado, los efectos de una conducta agresiva le valdrán de recompensa. Proposición B: Cuando la acción de una persona recibe la recompensa que espera, especialmente una recompensa mayor a la esperada, o no recibe el castigo previsto, se sentirá complacido; lo más probable es que realice la conducta aprobada, y los resultados de esa conducta se convierten en más valiosos para ella. [Ritzer, 2002; 348]”.

· Proposición de racionalidad. Al optar entre acciones alternativas, el sujeto suele elegir aquella para la que, sea mayor el producto del valor (V), del resultado, multiplicado por la probabilidad (P), de obtenerlo. En este sentido Homans considera al actor como un buscador racional de ganancias.

Teoría de la elección racional
Esta teoría se centra en los actores. Considera al mismo tiempo que los actores son racionales porque tienen fines o metas hacia las cuales dirigen sus acciones. La primera forma de acción que tienen os actores es la escasez de recursos, y por lo mismo, cuando persiguen un fin determinado, los actores deben vigilar los costes de renunciar a su siguiente acción más atractiva.

Etnometodología o sociología de la vida cotidiana
La Etnometodología se define como “el estudio del cuerpo de conocimiento del sentido común y la gama de procedimientos y consideraciones [método] por medio de los cuales los miembros corrientes de la sociedad dan sentido a las circunstancias en las que se encuentran, hallan el camino a seguir en esas circunstancias y actúan en consecuencia. [Ritzer, 2002; Pág. 302]”. Siguiendo a Durkheim, los hechos sociales son externos y coercitivos para los sujetos.

En lo que respecta a la Etnometodología se trata a la objetividad de los hechos sociales como el logro de los miembros, como producto de las actividades metodológicas de los miembros.

El fundador de esta teoría es Harold Garfinkel el cual define a la etnometodología como: “una realidad objetiva de los hechos sociales como el logro de los miembros (enseguida expondremos una definición de “miembros”), como un producto de las actividades metodológicas de los miembros. [Ritzer, 2002; Pág. 302]”. En este sentido, la explicación es el proceso mediante el cual las personas le dan sentido a sus acciones y al mundo.

Los elementos de la Etnometodología son los siguientes:

· Análisis conversacional. La conversación es una actividad interactiva que exhibe propiedades estables y ordenadas que constituyen logros analizables de los conversadores.

· Aplausos. Estos se provocan mediante frases que están verbalmente construidas para enfatizar y subrayar su contenido frente al material lingüístico que les rodea y para proyectar un claro punto final del mensaje en cuestión.

· Abucheo. Se define como el rechazo del espectador de un discurso o mensaje.

· Entrevista de trabajo. Es una forma de comunicación limitada en donde el entrevistador formula la pregunta con el fin de que el entrevistado le de la mayor cantidad de información posible; y, por su parte, el entrevistado tratará de contestar lo más explícita y brevemente cada pregunta con el fin de responderla satisfactoriamente, y al mismo tiempo desea que ya no s ele formulen más preguntas.

· Negociaciones entre ejecutivos. Aquí los sujetos interactúan en nombre de las firmas a las que representan, la comunicación es impersonal y solo se tratan asuntos de trabajo.

· Llamadas a centros de emergencia. La comunicación es breve y directa.

· Resolución de disputas en las sesiones de mediación. Ante un conflicto las partes beligerantes nombran a un tercer actor, el cual es de la confianza de ambos y su función es interceder en los intereses en disputa entre ambos grupos o sujetos, y su función final es la de resolver bajos las reglas de la sociedad o del grupo el asunto en disputa.

Interaccionismo simbólico
Esta teoría tiene sus raíces en la filosofía pragmática de Dewey y el conductismo de Watson y los elementos de estudio son: a) el análisis de la interacción del actor y el mundo, b) una concepción del actor y del mundo como procesos dinámicos y no como estructuras sociales estáticas, y c) a la enorme capacidad del hombre para interpretar al mundo social que le rodea.

George Herbert Mead es uno de los principales teóricos de esta escuela de pensamiento social, y su teoría se compone de los siguientes elementos:

En cuanto al organismo individual Mead elabora la siguiente clasificación:

“El acto. Es la unidad más primitiva de su teoría, es decir, el acto es el estímulo que lleva al sujeto a actuar.

El impulso. Es un estímulo sensorial inmediato y están implicados tanto el actor como el entorno.

La percepción. La segunda fase del acto es la percepción, en la que el actor busca y reacciona ante un estímulo relacionado con el impulso, en este sentido, las personas no reaccionan automáticamente ante un impulso, sino que lo racionalizan para actuar en consecuencia. Es decir, un estímulo puede tener varias dimensiones y el sujeto es capaz de elegir entre ellas.

Manipulación. La fase de la manipulación consiste para Mead, en una pausa temporal importante en el proceso, porque mientras transcurre no se manifiesta una respuesta inmediata.

Consumación. Es la fase final del proceso de satisfacer una necesidad o un impulso original. [Ritzer, 2002; Pág. 256]”.

Solo en algunos casos existe un orden lineal en las cuatro fases del acto, estas se compenetran para constituir un proceso orgánico: en donde los actos de cada fase están presentes en todo momento desde el principio del acto hasta el final, de forma que afectan a las demás.

Por lo que hace al organismo social, tenemos lo siguiente: Mientras que el acto implica a una persona, el acto social implica dos o más sujetos.

Gestos. Son movimientos del primer organismo que actúan como estímulos específicos de respuestas socialmente apropiadas del segundo organismo.

En este sentido, los gestos son la forma más simple de comunicación humana. El gesto vocal cumple la importante función de medio para la organización de la sociedad.

Símbolos significantes. Los gestos se convierten en símbolos significantes cuando surgen de un individuo para el que constituyen el mismo tipo de respuestas que se supone provocarán en aquellos a quienes se dirigen.

Los símbolos significantes hacen posible la interacción simbólica.

Los procesos mentales y la mente:

Inteligencia. Mead la define como la adaptación mutua de los actos del organismo. “Cuando se razona se está indicando uno a sí mismo los caracteres que provocan ciertas reacciones, y esto es precisamente lo que uno está haciendo. En este sentido la acción demorada es necesaria para la conducta inteligente. La organización, la prueba implícita y la selección final… serían imposibles si una u otra reacción manifiesta a los estímulos ambientales dados tuviese que ser inmediata; en este sentido hay tres componentes importantes para comprender esto último: a) los seres humanos somos capaces de organizar en sus propias mentes el abanico de posibles respuestas a cualquier situación, b) las personas somos capaces de elegir mentalmente varios cursos de acción; y c) los seres humanos somos capaces de elegir uno entre un conjunto de estímulos en lugar de reaccionar al primero de los estímulos más fuertes. [Ritzer, 2002; Pág. 262]”.

Por lo tanto, la inteligencia es una cuestión de selectividad.

Conciencia. Para mead la conciencia son objetos imaginarios producidos en el cerebro como procesos simbólicos, los cuales van nutriendo al sujeto a través de su experiencia social.

Significado. Surge y reside dentro del proceso de la experiencia social, es decir, surge y reside dentro del campo de la relación entre el gesto de un organismo humano dado y la subsiguiente conducta de dicho organismo. En este sentido, si el gesto indica efectivamente a otro organismo la conducta subsiguiente o resultante del organismo dado, entonces tiene significación.

Mente. Para Mead la mente es un proceso y no una cosa, se define como un proceso de introyección de los sujetos, no se encuentra dentro de los sujetos, sino en su mundo social.

El self. Es la capacidad de considerarse a uno mismo como objeto; el self tiene la capacidad de ser sujeto y objeto.

En este sentido para Mead el self es la capacidad de salirnos de nuestro cuerpo, analizarnos como un objeto y regresar. Mead sintió la necesidad de elaborar una génesis del self, ante lo cual hizo del self un sistema de evolución humana, comenzando por el niño.

Etapa de juego. Es la etapa en donde los niños sacrifican su ego al convivir con otros niños y al jugar a ser otro, como puede ser un superhéroe o un villano, o lo que sea.

Etapa del deporte. En la adolescencia, los sujetos practican deportes organizados como un proceso pedagógico con miras a aprender a sacrificar su individualidad en aras de una colectividad, misma que es la base del mundo adulto.

Otro generalizado. Es la capacidad de adoptar el papel del otro generalizado es esencial para el self: “solo en la medida en que se adopte las actitudes del grupos social organizado al cual pertenece, hacia la actividad social organizada, cooperativa, o hacia la serie de actividades en la cual ese grupo está ocupado, sólo en esa medida desarrollara el sujeto un self completo”.

Pragmáticamente, para Mead el self hace al sujeto más competitivo para la sociedad.

“Yo” y “mi”. El “yo” es la respuesta inmediata de un sujeto a otro, el “yo” es el que nos permite desarrollar una personalidad definida. Por su lado, el “mi” es la adopción del otro generalizado, el “mi” es un sujeto habitual y convencional.

Para resumir esta teoría diremos lo siguiente: a) capacidad de pensamiento. Los sujetos poseemos una fina capacidad de pensamiento el cual nos permite adaptarnos al medio social circundante; b) pensamiento e interacción. La socialización es la capacidad que le permite al sujeto desarrollar la capacidad para pensar. La interacción es un proceso en que se desarrolla y se expresa la capacidad de pensamiento y tiene las siguientes características: cualquier forma de interacción requiere de un proceso mental; en segundo lugar, los sujetos diferenciamos la interacción con objetos físicos, abstractos o sociales; c) aprendizaje de significados y símbolos. En este sentido, el significado de los símbolos no se deriva de los procesos mentales sino de los procesos de interacción (los símbolos sociales que se usan para representar cualquier cosa que las personas acuerden representar, en este sentido tenemos. 1) Los símbolos nos permiten actuar humanamente. 2) Los símbolos incrementan la capacidad de los sujetos para percibir su entorno. 3) Los símbolos aumentan su capacidad de pensamiento. 4) Los símbolos ensanchan la capacidad para resolver cualquier tipo de problema. 5) Los símbolos le permiten al sujeto trascender el tiempo, el espacio y sus propias personas. 6) Los símbolos nos permiten imaginar una realidad metafísica, como el cielo y/o el infierno.

Acción e interacción. La conducta encubierta es el proceso de pensamiento, que implica símbolos y significados. La conducta abierta es la conducta real de un actor.

Teoría crítica o escuela de Frankfurt

Esta última escuela de pensamiento sociológico surgió en los años veinte en Alemania durante el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales.

La Escuela de Frankfurt se plantea la necesidad de desarrollar una reflexión global sobre los procesos que consolidan la sociedad burguesa-capitalista y el significado de la teoría ante tal consolidación. De este modo, el Instituto de Investigación Social vendrá a devolver a la Filosofía y a la Ciencia Social su carácter de análisis crítico no sólo en relación a la teoría sino, también, a la praxis y a la conjunción histórica de ambas.

Perspectiva social y económica
“Cronológicamente, y de una manera convencional, se puede hacer una descripción de la evolución "externa" del Instituto (Institut für Sozialforschung). Siguiendo el relato convencional, el Institut se constituye entre los años 1923 y 1924, vinculado a la Universidad de Frankfurt y con financiación del comerciante Hermann Weil. Felix Weil, hijo del anterior, Friedrich Pollock, Kurt Albert Gerlach y el joven Max Horkheimer, entre otros iniciadores, se plantean el estudio del Marxismo, pero no desde una perspectiva de afiliación política sino desde la actualización de los conceptos y problemas de la obra misma de Marx, y que ya en l922 se habían retomado en una semana de estudio organizada sobre esta problemática. Sin embargo, será Kurt Albert Gerlach quien logra que el Ministerio de Educación alemán autorice al Instituto de Investigación Social. Esta autorización, más la financiación de Hermann Weil permiten una autonomía sin la cual no habría sido posible la creación de un "Instituto de Marxismo", como se le pensó denominar en un primer momento [Muñoz, 2007; Pág. 1]”.

La Escuela de Frankfurt, tiene su auténtica génesis con la dirección de Max Horkheimer cuando sucede a Grünberg en la dirección del Instituto. Desde l931, y ya en 1932 con la publicación de la "Revista de Investigación Social" se puede hablar de la Escuela de Frankfurt conformada por quienes serán sus autores fundamentales: Theodor W. Adorno, el mismo Max Horkheimer, Erich Fromm, Walter Benjamin, Leo Lowenthal, y poco después Herbert Marcuse. Asimismo, Franz Borkenau, Siegfried Kracauer, Otto Kirchheimer, Franz Neumann, Olga Lang o, durante un breve tiempo Paul Lazarsfeld, entre otros nombres relevantes, trabajarán y colaborarán en los proyectos de la Escuela.

Perspectiva filosófica
Pero, el "núcleo duro" frankfurtiano será el formado por Horkheimer/Adorno, Benjamin, Fromm y Marcuse. Son, precisamente, los temas y el enfoque dado por éstos los que dan el sesgo característico a la Escuela y pese a lo que, últimamente, se quiere presentar como líneas dispersas de investigación, tal y como sugiere Axel Honneth subrayando las obras de Neumann y Kirchheimer frente a las de Adorno y Marcuse.

La denominación de Teoría Crítica fue acuñada por Horkheimer. Denominación que se extenderá después como la definición más específica del sentido de la Escuela. Tanto Horkheimer como Adorno establecerán de una forma objetiva el significado básico de lo que deberá entenderse bajo el concepto de "Teoría Crítica"; esto es, el análisis crítico-dialéctico, histórico y negativo de lo existente en cuanto "es" y frente a lo que "debería ser", y desde el punto de vista de la Razón histórico-universal.

Por tanto, la conjunción Hegel-Marx se hace evidente. Pero, a la vez, el "es" de lo existente en cuanto "status quo" conlleva una investigación central de la Escuela: los principios de dominación colectivos.

Perspectiva psicológica
En este sentido, Freud será la referencia necesaria y precisa. Lo irracional, lo racionalizado o convertido en un principio de dominación, pasa a convertirse en el gran problema y tema de investigación de la Teoría Crítica. En definitiva, para comprender el rumbo y la dinámica de la sociedad burguesa que se organiza económicamente a través del capitalismo, se hace indispensable la síntesis de las tres grandes concepciones críticas anteriores a la Escuela: Hegel-Marx-Freud aplicados dialécticamente en el examen de las direcciones de la relación entre racionalidad-irracionalidad y sus efectos sociales e históricos.

Desgraciadamente lo que se situaba como eje de investigación teórica y metodológica -la dominación- y que ya se enunciaba en la primera publicación de la "Zeitschrift", los Estudios sobre autoridad y familia, 1936, va a condicionar y desencadenar la trayectoria de la Escuela.

La escuela de Frankfurt durante el régimen nazi y la Segunda Guerra Mundial
El ascenso de Hitler al poder conlleva el cierre en 1933 del Instituto, el exilio, el encarcelamiento de algunos de sus miembros y la muerte prematura de una personalidad tan decisiva como la de Walter Benjamin cuya obra no deja de revalorizarse.

Ante la persecución nazista, el centro de investigación migró en 1934 a Ginebra y París, y luego llega a la Universidad de Columbia en los Estados Unidos. En Nueva York, sin embargo, será en donde se consolida la denominación de Teoría Crítica dada ya definitivamente a las investigaciones llevadas a cabo por los miembros y colaboradores de la Escuela. Max Horkheimer y Theodor W. Adorno emprenden un rumbo nuevo a sus trabajos.

Es importante recalcar la síntesis Marx-Freud se enriquece metodológicamente y producto de ello serán los cinco tomos de los Studies in Prejudice (l949-l950). La Personalidad Autoritaria, obra en la que Adorno tendrá un papel relevante, es una continuación del interés por desarrollar una "Escala de fascismo (F)" empírica y con una fiabilidad objetiva. El análisis del tema del prejuicio social había tenido un precedente en el libro Dialéctica de la Ilustración (también traducido al castellano como Dialéctica del Iluminismo) conjuntamente escrito por Horkheimer y Adorno en l941.

Este libro marca el punto de inflexión fundamental de la evolución de la Teoría Crítica. En él se consolida el interés por el tema de la industria cultural y la cultura de Masas, situando en estas estructuras una continuidad entre la sociedad totalitaria del Nacionalsocialismo y la capacidad de persuasión y manipulación que poseen los dos nuevos procesos de transmisión ideológica. De este modo, tanto en La Personalidad Autoritaria como en la Dialéctica del Iluminismo se expresa la pervivencia en la Sociedad de Masas de unos principios de dominación en los que se difunde una cosmovisión de fuerte componente irracional y primitivo.

Al concluir la Segunda Guerra Mundial, los miembros de la teoría crítica regresan a Alemania. Particularmente Horkheimer en l950, regresan junto a el Adorno y Pollock. Marcuse, Neumann, Kirchheimer y Löwenthal permanecerán en los Estados Unidos. En gran medida, la vuelta de la Escuela se ha entendido como una forma de saldar la mala conciencia alemana tras el Nazismo; es más, la pervivencia de la Teoría Crítica permitió una vez finalizada la guerra que Alemania pudiese resaltar la existencia de una resistencia y un exilio que suponía una "limpieza de cara" de todo el país. De esta forma, la "refundación" del Instituto se convirtió en un acontecimiento esencial no sólo en la Universidad sino también en la sociedad alemana.

Horkheimer, por ejemplo, llegaría a ser decano y rector de la Universidad de Frankfurt hasta el año l959 en el que se jubiló.

Finalmente, al contrario de muchas de las escuelas del pensamiento sociológico no prosiguieron con una evolución constante como la Escuela de Frankfurt, y esta evolución se muestra en el cuadro No. 06 de la zona de anexos.

Segunda generación de la Escuela de Frankfurt: Jürgen Habermas y Clauss Offe
En la segunda generación de Frankfurt podemos observar sobretodo en Habermas un interés por retomar la teoría marxista y weberiana para reconceptualizar el papel que tienen las sociedades postmodernas.

Esta "segunda generación" de la Escuela de Frankfurt plantea sobre el concepto de crisis el análisis del capitalismo post-industrial o neocapitalismo.

Frente a la visión optimista neoliberal de la existencia de un mercado autónoma, los frankfurtianos consideran que en su fase actual, el capitalismo ha necesitado introducir la regulación estatal para continuar su supervivencia. Sin embargo, el capitalismo tardío, requiere que el Estado organice al mercado, para que asuma los costes del sistema de libre mercado. De manera que, los beneficios son adjudicados al mercado y las pérdidas son asumidas por el Estado. Por lo tanto, el Estado deviene en un mecanismo de equilibrio económico y social. Pero, las fluctuaciones y oscilaciones de la economía especulativa supondrán la existencia de una permanente y continua crisis, que es característica de las economías emergentes como la nuestra. Esta crisis es estudiada por Jürgen Habermas en su obra Problemas de legitimación en el capitalismo tardío y por Claus Offe en Contradicciones en el Estado del Bienestar.

Para explicar adecuadamente el concepto de crisis neofrankfurtiano hay que referirse al examen que Marx hizo del desarrollo histórico capitalista. Para Marx, este desarrollo es inseparable del proceso de explotación. La dialéctica entre beneficio y explotación determina asimismo una dialéctica de conflictos y contradicciones no sólo económicos, sino políticos, sociales y culturales. Y, aunque la infraestructura económica fue privilegiada por Marx en cuanto núcleo condicionante del resto de estructuras, lo cierto es que ya en el análisis marxiano se avanza una primera teoría de las crisis económicas del capitalismo. Y es aquí en donde en enlaza la "segunda generación" con la herencia teórica de Marx.

“Si algo caracteriza a los neofrankfurtianos es su posición de síntesis entre diferentes tradiciones intelectuales. Habermas, en este sentido, es el mejor ejemplo de la búsqueda de una armonización entre el paradigma dialéctico y el paradigma analítico-funcional parsoniano. Su Teoría de la Acción Comunicativa sólo puede entenderse globalmente desde ese interés por ensamblar conceptos provinientes de teorías sociales y políticas que parecían inconciliables entre sí. Marxismo y parsonianismo estarían en esta situación.

Habermas, por tanto, recoge el significado de crisis del modelo marxiano que lo explica y entiende como crisis de integración social y, a la par, lo enlaza con el elaborado por Parsons y el Neofuncionalismo de Niklas Lühmann que describe los conflictos como procesos de crisis sistémicas. La conciliación entre integración social e integración sistémica que hace Habermas se referirá a la comprensión del concepto de crisis y desajuste en la sociedad de capitalismo tardío como consecuencia de la imposibilidad de asumir por y en las instancias institucionales y organizativas las demandas sociales y, al mismo tiempo, esa imposibilidad organizativa- institucional actuará de manera determinante sobre "el-mundo-de-la-vida"; es decir, se está ante una doble contradicción : la incapacidad del neocapitalismo para adaptarse a las necesidades de su población y, asimismo, la incapacidad de la población para poder adaptarse a los objetivos de una economía mundializada y cuyo funcionamiento se articula en la búsqueda especulativa de ganancias por parte de la transnacionalización de las empresas corporativas [Muñoz, 2007;P. p. 26-27]”.

La dialéctica entre intersubjetividad y objetividad institucional es el hilo conductor de la perspectiva teórica de la "segunda generación". Sin establecer esta dialéctica entre lo psicológico y lo sociológico, el estudio de la sociedad de capitalismo tardío apenas supondría un paso adelante en relación a Marx. Mas, el capitalismo tecnológico se ha complejizado de manera que alcanza a todos los sectores de la existencia humana. Lo microsociológico referido al mundo subjetivo del sujeto ("el-mundo-de-la-vida") y a la cotidianidad se tienen que encuadrar en la dinámica de las grandes estructuras sociopolíticas.

Habermas, establece la diferencia entre integración social (procesos de socialización) e integración sistémica (son los rendimientos colectivos de autogobierno regulado); esto es, la articulación de las estrategias sociopolíticas que mantienen el sistema de intercambios económicos hegemónicos.

Para Habermas y para Offe, las contradicciones entre integración social e integración sistémica son expresiones de la imposibilidad de autogobierno y resolución de problemas que tiene el capitalismo tardío y el Estado del Bienestar surgido de la economía keynesiana, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, y cuyo objetivo estaba en la evitación de conflictos sociales.

Si el sistema quiere seguir conservando sus límites, este se vuelve inestable, y es aquí donde concuerdan Habermas y Offe en el concepto de crisis, porque el modelo político, económico y social no acepta ni asume sus contradicciones estructurales

A continuación compararemos las dos posiciones respecto a la crisis del modelo de bienestar -la de Habermas y Offe- y, pese a sus diferencias, se verá que no sólo son complementarias sino también coincidentes.

Crisis y capitalismo tardío: El análisis de Jürgen Habermas
La Teoría de la Crisis de Habermas nace de la aproximación del autor alemán a las teorías marxianas sobre la crisis del capitalismo industrial.

El concepto de "crisis", se remonta a la Estética clásica y, desde Aristóteles hasta Hegel, se entiende como el punto de inflexión de un proceso fatal en el que sucumben los personajes incapaces de hacer frente al poder del destino.

La Filosofía de la Historia ilustrada, ya en pleno siglo XVIII, introduce este concepto en su significado de cambio de los ciclos históricos. Con la Ciencia Nueva de Vico se consolida su sentido moderno.

Serán las teorías evolucionistas de la sociedad las que biologizan las transformaciones experimentadas por una determinada formación social. Frente a este modelo de crisis basado en la Naturaleza, Habermas vuelve al concepto de crisis enunciado por Marx que lo refiere como un elemento estructural de la sociedad de capitalismo. Desde este horizonte conceptual, el neofrankfurtiano enfocará las crisis económicas, políticas y culturales de la sociedad post-industrial actual.

La novedad de la teoría de la Crisis habermasiana proviene de que la vincula con la Teoría de Sistemas. En este planteamiento, el sistema de sociedad puede entenderse como un sistema de sistemas sociales. Esa conexión establece un doble concepto de integración. Y en esa dualidad es en donde Habermas situará su interpretación de las dificultades del capitalismo en la adaptación del individuo no sólo en su integración social, sino especialmente en su integración sistémica.

Y si de integración social hablamos respecto de sistemas de instituciones en las que se socializan sujetos hablantes y actuantes; los sistemas de sociedad aparecen con el aspecto de un mundo-de-vida (término acuñado por Alfred Schutz) estructurado por medio de símbolos de comunicación e interrelación.

La integración sistémica, a su vez, se relaciona con la Teoría de Sistemas en cuanto que el sistema intenta reducir la complejidad del ambiente de autogobierno específico de un sistema autorregulado. Los sistemas de sociedad aparecen aquí con el aspecto de la capacidad para conservar sus límites y su patrimonio dominando la complejidad de los fenómenos inestables.

Bajo el aspecto de mundo-de-vida, acaparamos el campo de las estructuras normativas -valores e instituciones- y con ello se analizan acontecimientos y estados en su dependencia respecto de las funciones de integración social, mientras que los componentes no normativos del sistema se consideran condiciones limitantes.

En el aspecto sistémico se tematizan los mecanismos de autogobierno de una sociedad determinada y la aplicación del campo de contingencia, los acontecimientos y estados se analizan en su mutua dependencia respecto a funciones de integración sistemática, considerándose dados los valores normativos.

Desde esta doble integración es desde donde hay que entender en profundidad la gravedad del concepto de crisis expuesto por Habermas porque no se tratará sólo de una crisis de estructuras "exteriores" al sujeto, sino especialmente de una crisis que afecta a todas las esferas de la existencia.

Habermas estima que los sistemas sociales cumplen tres condiciones, y estas son:

1. El intercambio de los sistemas de sociedad con su ambiente se basan en la producción y la socialización, lo cual implica un nivel de existencia sociocultural.

2. Los sistemas de sociedad alteran sus patrones de normalidad de acuerdo con el estado de las fuerzas productivas y el grado de autonomía sistémica. Pero la variación de los patrones de normalidad está restringida por una lógica del desarrollo de imágenes del mundo sobre la cual carecen de influencia los imperativos de integración sistémica. Desde este punto de vista, los individuos socializados configuran un "ambiente interior" que resulta paradójico desde la perspectiva del "Autogobierno", esto es debido a las imprecisiones generadas por una extensión indebida de la Teoría de Sistemas. Desapareciendo tan pronto como se escoge entre sistema y autogobierno o mundo-de-vida e intersubjetividad producida lingüísticamente y se fundamentan en pretensiones de validez susceptibles de crítica.

3. El principio de organización, entonces, vendrá dado por el nivel de desarrollo de una sociedad, el cual se determina por la capacidad de aprendizaje institucionalmente admitida y, en particular, según se diferencien las cuestiones teóricas-técnicas de las prácticas y se produzcan procesos de aprendizaje discursivo.

Habermas sitúa en los principios de organización de las sociedades su Teoría de la Crisis. En este punto, repasa las formaciones sociales tradicionales hasta llegar a la aparición del capitalismo liberal y sus crisis sistémicas.

Pero son las tendencias a la crisis en el capitalismo tardío las que centran el análisis del teórico de la "segunda generación" de Frankfurt. Para el autor de Teoría y Praxis, el paso del capitalismo liberal al capitalismo de organización ha supuesto una transición muy compleja y muestra interesantes variaciones nacionales.

Las denominaciones de capitalismo de organización, capitalismo regulado por el Estado o capitalismo tardío hacen referencia a dos clases de fenómenos, aunque todas remiten al estadio avanzado del proceso de acumulación. Por un lado, aparece el proceso de concentración de empresas y la organización de los mercados de bienes, de capitales y de métodos de trabajo; asimismo, por otro lado, el Estado pasa a ser un mecanismo regulador del mercado e interviene en los crecientes desequilibrios del funcionamiento de éste. El capitalismo tardío, es el que necesita del estado para organizar los desajustes creados por la lógica del beneficio de las enormes corporaciones industriales y financieras.

Para Habermas, la difusión de estructuras oligopólicas de mercado significa, sin duda, el fin del capitalismo de competencia. Ese fin del capitalismo liberal está en la génesis de un conjunto de problemas derivados del crecimiento de ese reajuste y nueva fase del sistema. Una teoría del capitalismo tardío, debe buscar resolver una serie de cuestiones como son:

· ¿Admiten las estructuras del capitalismo tardío una superación, por vía evolutiva, cuando la contradicción dominante resulta ser una producción con fines no generalizables para toda la población ya que se basa en la apropiación privada?

· En el caso de una vía autosuperadora ¿cuál sería la dinámica de desarrollo que llevaría a dicha dirección?

· En caso negativo ¿cuáles son las tendencias a la crisis en las que se exterioriza el antagonismo de clases provisionalmente reprimido pero no resuelto?

En último término, la pregunta fundamental desde la que Habermas construye su análisis será: ¿las estructuras del capitalismo tardío parecen contener una crisis económica de largo plazo, luego es ésta una crisis económica o es una crisis desplazada dirgida hacia una crisis sistémica a partir de la que habrá que considerar diversas tendencias a la crisis dentro de los subsistemas de esta sociedad?

La pregunta anterior puede clasificar las tendencias a la crisis que Habermas realiza de los sistemas o subsistemas que conforman la sociedad de capitalismo tardío. Se van a definir, pues, los procesos que determinan la existencia de una crisis global que se desplaza desde lo económico hasta los niveles de la subjetividad ("mundo-de-la-vida") y que está en el origen de los continuos procesos de reajuste del sistema en su conjunto. Tales tendencias, por tanto, se sintetizan en las siguientes:

A) Tendencias a la crisis económica: en el capitalismo liberal el mercado no cumplió por sí solo las funciones de la socialización en el sentido de la integración social; la relación de clases pudo adoptar la forma no-política de la relación entre trabajo asalariado y capital, pero sólo bajo esta condición: que el Estado asegurase las premisas generales de la producción. Ahora bien, la crisis económica surge cuando la cuota de ganancia y la valorización del capital decrecen.

El sistema económico requiere “input” en trabajo y capital transformados en valores consumibles.

Para el modo de producción capitalista es atípica una crisis atribuida a insuficiencias de input. Las perturbaciones del capitalismo liberal fueron crisis de output que trastornaron la distribución de valores canalizada en conformidad con el sistema por la vía del ciclo.

Mas, si en el capitalismo avanzado persisten las tendencias a la crisis económica, ello significa que la intervención del Estado en el proceso de valorización obedece a los mecanismos de mercado, a las leyes económicas que operan espontáneamente y están sometidas a la lógica de la crisis económica, como en etapas históricas anteriores.

El Estado pasará a ser un mecanismo autorregulador en el proceso de valorización del beneficio. Sin embargo, precisará Habermas, la tendencia a la crisis está determinada por la ley del valor y la actividad del Estado no puede contrarrestar la tendencia a la cuota de ganancia con lo que la crisis económica se impone a través de la crisis social y hace renacer las luchas políticas y la oposición entre las diferentes clases sociales.

B) Tendencias a la crisis política: aquí Habermas utiliza el concepto de desplazamiento para articular su Teoría de la Crisis.

El sistema político, según Habermas, requiere un complejo “input” de lealtad de masas, pero esta lealtad tiene que estructurarse de la manera más difusa posible. Así, cuando en el cumplimiento de los imperativos de autogobierno marcados por el sistema económico, el sistema de legitimación no alcanza el nivel de lealtad de masas requerido, se produce ineludiblemente una crisis de legitimación. Es este aspecto el que conviene subrayar ya que toda la obra posterior del autor alemán tratará de encontrar una solución para restaurar la relación legitimidad-racionalidad a partir de su Teoría de la Acción Comunicativa.

Para Habermas, la crisis de racionalidad es una crisis sistémica desplazada al igual que la crisis económica, mientras que la crisis de legitimación es directamente una crisis de identidad. El déficit de racionalidad de la Administración pública significará que el aparato del Estado, en determinadas condiciones, no puede aportar al sistema económico rendimientos positivos ya que actúa para intereses no generalizables. Asimismo, el déficit de legitimación significa que con medios administrativos no podrán producirse estructuras normativas.

C) Tendencias a la crisis sociocultural: aparece como el nexo de unión entre la "primera generación" y la "segunda" de la Escuela de Frankfurt. Y, a la vez, resulta un complejo esfuerzo para salir ideológico de los marxismos mecanicistas. Así, el sistema sociocultural se constituye en el punto de inflexión de la Teoría de la Crisis.

El sistema sociocultural toma su input de los sistemas económico y político (bienes, servicios, actos legislativos, Seguridad Social, etc.), en consecuencia, la crisis de output de los otros sistemas suponen perturbaciones en el sociocultural, y ello se traduce en profundos déficit de legitimación.

La importancia dada por Habermas a esta esfera será innegable. La integración de una sociedad depende del output del sistema sociocultural y, sobre todo, de las motivaciones que ofrece al sistema político como legitimación y de las motivaciones de rendimientos que produce para el sistema de formación de profesionales.

La crisis de motivación, pues, se muestra como consecuencia de transformaciones acaecidas en el propio sistema sociocultural, de modo que resulta perturbada la complementariedad entre los requerimientos del aparato del estado y del sistema de profesiones, y las necesidades y expectativas de los miembros de la sociedad. Estas tendencias a la aparición de una crisis de motivación generalizada y generalizable acabarán desarrollándose tanto en el plano de la tradición cultural como en los procesos estructurales que afectan al sistema educativo. Aquí Habermas se sitúa directamente en el plano del análisis de las superestructuras ideológicas de la "primera generación".

En cambio para Adorno y Horkheimer, la desestructuración de la cultura y de la educación por efectos de procesos de falsa motivación social (medios de comunicación de masas y formas de consumo serializadas) determinaba una progresiva irracionalización de las sociedades avanzadas. Habermas recoge esta propuesta pero la enfoca como un desplazamiento del sistema administrativo-político, tratando de conciliar a Weber con Adorno y Horkheimer y dando una perspectiva pluridimensional de los fenómenos ideológicos y de sus transformaciones.

En suma, la Teoría de la Crisis habermasiana se sintetiza en una enumeración de la serie de contradicciones que afectan al sistema de las sociedades post-industriales avanzadas. Estas contradicciones se resumirían en:

a) El sistema económico no produce la cantidad requerida de valores consumibles.
b) El sistema administrativo no aporta decisiones racionales en el grado requerido.
c) El sistema de legitimación no produce motivaciones generalizadas también en el grado necesario.
d) El sistema sociocultural no genera sentido motivante de la acción en el grado imprescindible y básico.

La conclusión última a la que llega Habermas es la articulación del concepto de crisis no tanto sobre los procesos de carácter económico sino sobre los procesos ideológicos y significativos colectivos y, aquí, la motivación social y la racionalidad se han convertido en los fenómenos más vulnerados por el sistema.

La irracionalización global de todas las esferas sociales, puede ser el rumbo de las futuras sociedades de capitalismo tardío.

Crisis y Estado de Bienestar: El análisis de Claus Offe
Offe, se interroga sobre el enigma según el cual cómo es posible que el capitalismo sobreviva cuando ya no existe una ideología burguesa compacta como la estudiada por Max Weber en La ética protestante y el espíritu del capitalismo.

En este sentido la Teoría de la Crisis de Offe sugiere la necesidad de repasar dos definiciones de crisis determinando sus deficiencias y sus limitaciones.

La primera definición del significado de crisis especifica los procesos en donde se pone en cuestión la estructura de un sistema. Siguiendo en este punto a Karl Deutsch, Offe propone dos explicaciones para esta definición.

1. Una primera es entender la crisis como un acontecimiento catastrófico e imprevisible.
2. Una segunda definición no es de corte estructural sino procesual.

Según Offe, la crisis son procesos que violan la "gramática" de los procesos sociales, siendo sus resultados bastante impredecibles e indeterminados.

En la primera definición, las tendencias a la crisis se entienden como catástrofes y sin un origen predecible. Es una definición ligada a un modelo biológico de explicación social, emparentado con el darwinismo social del siglo XIX y los organicismos del siglo XX.

La segunda definición nos resulta de mayor utilidad e interés. Pero asoman dos problemas de muy difícil solución:

a) Identificar los mecanismos sociales productores de acontecimientos.
b) Describir y definir los límites que actúan en los mecanismos productores de acontecimientos.

Aquí, Offe recurrirá al modelo analítico de Etzioni y, desde una perspectiva general, distinguirá los siguientes procesos como mecanismos productores de acontecimientos en la sociedad post- industrial:

· Sistemas y mecanismos de intercambio.
· Sistemas de elección política.
· Burocracia y sus formas de acción.
· Procesos de negociación y sus variedades.

Esta tipología resume el marco desde el que poder enfocar los subsistemas en los que se desarrollan no sólo hechos sino, fundamentalmente, variaciones entre acontecimientos. Este marco se puede compendiar también con el desarrollo hecho por Etzioni para clasificar organizaciones formales y que Offe recoge por su capacidad de articular un modelo de la sociedad post-industrial. De esta manera, Etzioni distingue y diferencia los procesos sociales atendiendo a:

· Estructuras normativas.
· Relaciones de intercambio.
· Relaciones coercitivas.

Esta trocotomía con la que Etzioni explora las dificultades inherentes a las organizaciones formales, sirve en el análisis de Offe para determinar los principios organizativos de las sociedades de capitalismo avanzado. Estas sociedades, se caracterizarán por el hecho de que en ellas el principio organizativo del intercambio es universal. Dicho principio que incluye también la mercantilización de la fuerza laboral, se hace dominante porque queda liberado de restricciones normativas y de la coerción política. Pero, ante todo, se conforma una sociedad basada sobre intercambios de mercado que no puede funcionar correctamente sin el sistema familiar ni el sistema legal.

En este sentido, Offe construye su Teoría de la Crisis desde una posición diferenciada de la de Habermas. Para Offe, si el principio organizativo dominante de los procesos sociales de toda sociedad capitalista, es el intercambio, entonces, una Teoría de la Crisis de tal sociedad se puede identificar con los procesos que desafían el dominio de este principio central. Por tanto, habrá que referirse a los dos modos interpretativos a través de los que se han tratado de investigar los procesos que ponen en contradicción el dominio del principio organizativo del intercambio universal.

Los dos modos interpretativos a los que hay que aludir son, por un lado, los planteamientos del Materialismo Histórico que demuestra que los procesos organizativos y formados a través del intercambio llevan a resultados que no pueden conducirse mediante el propio proceso de intercambio generalizado. Por otra parte, las teorías sistémicas tienden a centrarse en la relación entre los tres principios organizativos básicos de la sociedad globalmente entendida. Ahora bien, en esta posición no se niega el principio de intercambio, más bien se trata de ver su restricción y puesta en cuestión por los otros dos principios organizativos y sus efectos colectivos.

Offe expone, dos diferentes tipos de relaciones posibles entre los tres principios organizativos. Es decir, estos dos tipos reflejan como el sistema normativo y político- coercitivo se subordinan al principio organizativo dominante del intercambio. Pero el problema de la subordinación entre principios es si tal conexión va a plantearse desde una posición positiva o negativa. Según Offe, un tipo de relación es la subordinación positiva cuando la relación entre economía y sistemas normativos y político-administrativos se organizan positivamente para contribuir al funcionamiento del principio organizativo dominante y la esfera de la economía determinada por él. Este tipo de subordinación se distinguirá por el ajuste del contenido de los subsistemas normativo y político de manera que se adapte a procesos económicos.

La subordinación negativa se producirá cuando los sistemas ideológicos y de poder estatal se relacionan con el sistema económico de un modo que les limita y aísla de dicho sistema económico, aunque no por ello les permita contribuir de una forma sustancial a su capacidad de funcionamiento. De este modo, a la subordinación positiva le importará la producción de funciones complementarias; mientras que a la negativa le interesa el dominio del sistema económico sobre los otros subsistemas y dependiendo de que se puedan estabilizar las fronteras entre los respectivos sistemas de tal manera que el sistema económico pueda evitar interferencias de los sistemas normativos y políticos en su propio dominio de la producción y distribución de bienes. En consecuencia, los procesos que hacen aparecer la crisis serán aquellos que dificultan una clara separación del sistema económico con respecto a los otros dos sistemas que quedan en una clara relación de subsidiariedad.

Offe, establece una Teoría de la Crisis a partir del concepto de subordinación sistémica.

Habermas, a su vez, sitúa sobre el concepto de desplazamiento de la crisis su análisis sociológico. En ambos autores, se da una profunda coincidencia cuando observan los problemas paulatinamente más complejos que el sistema político tiene para prevenir y compensar las crisis económicas.

La racionalidad administrativa que se irá perdiendo y la lealtad de las masas al sistema serán los puntos vulnerables ya que se va conformando una temible irracionalidad interna en la estructura organizativa. Sobre todo, en una Sociedad de Masas la incapacidad del sistema político-administrativo para conseguir una estabilización de sus disfunciones internas significa la pérdida de la aceptación social de las estructuras, procesos y resultados políticos efectivos de los que dependen las normas culturales y símbolos con los que se legitima el poder.

Teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas
Posiblemente la obra más importante de Habermas es la acción comunicativa (1979); estos dos textos nos mencionan un modelo que nos permite analizar la sociedad como dos formas de racionalidad que están en juego simultáneamente: la racionalidad sustantiva del mundo de la vida y la racionalidad formal del sistema, pero donde el mundo de la vida representa una perspectiva interna como el punto de vista de los sujetos que actúan sobre la sociedad, mientras que el Sistema representa la perspectiva externa, como la estructura sistémica. (Se percibe la influencia de Weber).

Acción comunicativa y mundo de vida: Habermas, define a la acción comunicativa, como “una interacción mediada por símbolos”. Dicha acción tiene como núcleo fundamental las normas o reglas obligatorias de acción que definen formas recíprocas de conducta y han de ser entendidas y reconocidas intersubjetivamente.

Pretensiones de validez: En todo agente (persona) que actúa lingüísticamente, con visas a entenderse con otros, se pueden encontrar las siguientes pretensiones de validez: inteligibilidad, verdad, veracidad y rectitud.

Dentro del entendimiento humano se busca un acuerdo que termine en la comprensión mutua del saber compartido, de la confianza recíproca y de la concordancia de unos con otros. Una persona ha de hacer entender, decir algo, hacerlo con credibilidad y respetando normas comunicativas vigentes.

La socialización es condición de la identidad: La acción comunicativa, como parte de la acción social, colabora en los tres procesos que conforman la socialización:

· Recepción y reproducción cultural.
· Integración social.
· Desarrollo de la personalidad y de la identidad personal.

Por otra parte, el individuo habita en los tres mundos, objetivo, social y subjetivo, los cuales constituyen los presupuestos ontológicos de la acción comunicativa. Aunque los tres mundos se hallan recortados y sobrepasados por un ámbito superior más general y básico que abarca el conjunto de situaciones de la realidad de cada uno: el mundo de la vida. El constituye el horizonte cognitivo y marco fundamental desde el que el individuo accede a los distintos ámbitos de la realidad; es el marco y lugar donde se realiza la acción comunicativa.

De la multitud de conceptos de acción, empleados en teoría sociológica, Habermas, los reduce a cuatro:

Acción teleológica: aquí el actor realiza un fin o hace que se produzca el estado de cosas deseado.

Acción regulada por normas: se refiere no al comportamiento de un actor en principio solitario que se topa en su entorno con otros actores, sino a los miembros de un grupo social que orientan su acción por valores comunes.

Acción dramatúrgica: aquí el actor transmite en su público determinada imagen o impresión de sí mismo al poner de manifiesto lo que desea, es decir, su propia subjetividad.

Acción comunicativa: se refiere a la interacción de a lo menos dos sujetos capaces de lenguaje y de acción que entablen una relación interpersonal.
Fuente: GUILLÉN Urbina, Ulises H. (2008). "Apuntes de sociología". P.p. 1-38.

No hay comentarios: